11 de Enero de 2013,
22:15 hrs.
Mensaje de la Siempre Virgen María en la advocación del Inmaculado Corazón para el Mundo a través de la Vidente y Profeta Divina de Dios en el Cenáculo de oración por la salvación de las Almas “La Divina Misericordia”
Alabado sea Dios Padre Yahvé.
Que la Paz de nuestro Señor Jesucristo reine en este hogar.

profecías se han de cumplir conforme nuestro Padre ha dicho, sus rodillas en el piso os protegerán no solo a ustedes sino a sus familias, los signos se cumplen uno tras otro pero manteneros en paz, en la paz de Jesús Mi Hijo, pues Él os llama con solo mirarlos, debéis estar bien preparados hijos Míos pues el clima no será el mismo de antes y Yo os los he dicho siempre, os he advertido de estos cambios, hijitos amados Mis corazones, consagraos a Jesús y María, no duden, la consagración es la unión perfecta entre ustedes el Sagrado Corazón de Jesús y el mío, todo es para Gloria de Dios Padre Yahvé, y llegar a la santidad a la cual han sido llamados todos. Siempre están dentro de Mí, siempre están dentro de Mi Corazón, siempre os veo, veo su caminar en el mundo, veo su sufrir, sus preocupaciones que de antemano ya he tomado en mis manos y se las he presentado a Dios Padre Yahvé, el siempre me escucha, pero siempre tengan en cuenta que el plan de Dios es perfecto y nada, nada pasará que Él no ya haya permitido, pero todo es para santificar su cuerpo su alma y su espíritu y todo se concreta en una sola cosa, el amor perfecto de Dios para Todos.
Los amo hijos Míos y en estos momentos sigo con ustedes aunque muchos no crean Mis palabras yo siempre estoy delante de ustedes, San Miguel, el príncipe de la milicia está en batalla constante porque el premio no es material, el premio es espiritual y es el más bello, estar en la gloria de Dios, San Miguel lo que hace es ganar almas para Dios, arrebatárselas al enemigo pero necesita ayuda y su ayuda es su oración, su oración en cada momento del día, en cada instante, su oración de agradecimiento porque el sol sale de nuevo, porque el viento sopla, porque el agua corre, porque aún las plantas florecen. Os amo, os espero, los bendigo siempre.
Consagren sus almas, sus casas todas sus posesiones materiales pero aún más importante es, sus familias.
Yo María en la advocación del Inmaculado Corazón, los bendigo, cubro y protejo con Mi Manto.
En el Nombre de Mi Padre Yahvé, de Mi Hijo Jesucristo y de El Espíritu Santo Paráclito, Amén, Amén, Amén.
FUENTE: WWW.EJERCITOMARIANO.COM