31 DE JULIO DE 2012
08:56 HRS.
Mensaje de nuestro Señor Jesucristo para el Mundo a través de la Vidente y Profeta del Final de los Tiempos María de la Cruz.
Pequeña Mía: He de deciros que en esta vida y en la otra hay castigos para los soberbios.
Con el fin de que el hombre considere los terribles castigos que ha hecho Mi Padre (Prov., 16, 5 y 18, 12), en algunos soberbios en esta vida, y los que hará en todos en la otra.
Los castigos se apuntan en aquella sentencia tan repetida en las Sagradas Escrituras (Mt., 23, 12; Lc., 14, 11 y 18, 14):
“QUIEN SE ENSALZARE, SERÁ HUMILLADO”
Para el soberbio hay tres castigos terribles y os he de deciros:
• Privarlos de la excelencia que tienen
• Negarles lo que desean
• Darles la bajeza y confusión que temen.
Mismos que se darán de mucha maneras y se puede ponderar en varios ejemplos que han sucedido, por ejemplo:
Los Ángeles, por la soberbia perdieron las excelencias de las gracias y no alcanzaron las preminencias en las sillas de la gloria, fueron echados del Cielo empíreo al abismo del infierno.
Con este ejemplo se han de atemorizar muchos, porque de este modo atemorice a los Apóstoles, cuando se jactaban de que los demonios les obedecían, diciéndoles (Lc., 10, 18): “Vi a Satanás que caía del Cielo como un rayo”, como quien dice:
Así caeréis vosotros su fuereis soberbios; porque la soberbia de los ángeles hace demonios y de Apóstoles hará diablos.
Por semejantes castigos pasaron Adán, Ciro Nabucodonosor, Herodes y otros más, que apetecieron ser como Dios y no le dieron la Gloria que le debían.
De aquí subiré a ponderar cómo el mayor castigo que Dios hace en esta vida por un pecado es permitir por su causa otros muchos y quitar los favores especiales de su gracia que preservaran de ellos, y de este modo castigaré la soberbia la cual es causa de las sequedades, desconsuelos y desamparos interiores que nos suceden y por ella permite Dios graves caídas en lujurias e infidelidades como Ananías y Safira, vendieron por vanagloria su hacienda, por ser tenidos por perfectos, y por esto permitió Mi Padre que se quedasen con la mitad del precio, por tal motivo murieron repentinamente, perdiendo con la vida la honra que deseaban. Por esto puso gran miedo a toda la Iglesia, porque el castigo de pocos ha de ser escarmiento de muchos y si eres soberbio tal vez seas uno de estos pocos castigados si no te enmiendas.
Ahora piensen en lo que sigue:
a donde los soberbios padecerán especial confusión, con terrible vergüenza de verse tan despreciados y los que acá pretendían el primer lugar tendrán allá el postrero a los pies de Lucifer, emperador de los soberbios; y los mismos demonios los escarnecerán, diciéndoles por mofa lo que escribió Isaías (14, 10-11)
“Tú has sido llagado y castigado como nosotros, te han hecho semejante a nosotros en la pena, como lo habías sido en la culpa; derribada ha sido tu soberbia hasta los infiernos”
; y hasta lo más profundo de sus lagos. Pues ¿qué mayor locura puede haber que buscar con soberbia la excelencia, cuyo fin es eterna confusión? ¿Y qué mayor disparate que, por gloria que pasa en un soplo, obligarme a ignominia que nunca se acaba?
¿Podrán escaparse de los terribles castigos de la otra vida?,
a donde los soberbios padecerán especial confusión, con terrible vergüenza de verse tan despreciados y los que acá pretendían el primer lugar tendrán allá el postrero a los pies de Lucifer, emperador de los soberbios; y los mismos demonios los escarnecerán, diciéndoles por mofa lo que escribió Isaías (14, 10-11)
“Tú has sido llagado y castigado como nosotros, te han hecho semejante a nosotros en la pena, como lo habías sido en la culpa; derribada ha sido tu soberbia hasta los infiernos”
; y hasta lo más profundo de sus lagos. Pues ¿qué mayor locura puede haber que buscar con soberbia la excelencia, cuyo fin es eterna confusión? ¿Y qué mayor disparate que, por gloria que pasa en un soplo, obligarme a ignominia que nunca se acaba?
“PEDIDME PEQUEÑOS MIOS QUE NO CAIGAN POR CAUSA DE LA SOBERBIA EN TAN GRAVES DAÑOS”
Os bendigo:
+ En el nombre del Padre Yavé,
+ En Mi Nombre,
+ En el Nombre del Espíritu Santo Paráclito,
+ Y en el de Mi Santa Madre María.
Amén, Amén, Amén.
AL EXTRAER LOS MENSAJES PORFAVOR CITAR FUENTE:
WWW.EJERCITOMARIANO.COM
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