Mensaje de la Virgen María al Padre Melvin Doucette…
El Padre Melvin Doucette nació en la Isla del Príncipe Eduardo,
Canadá, y fue ordenado Sacerdote el 22 de Junio de 1968. Vivió 29 años
en África, principalmente como misionero. En 1990 experimentó por
primera vez la Pasión Dolorosa de Nuestro Señor Jesucristo. El 14 de
Diciembre del año 2000 tuvo la primera Aparición de la Virgen María. Recibe diariamente Locuciones interiores de Jesús y María, las cuales están publicadas desde el año 2007.
(Lectura del Evangelio de San Mateo 22: 34–40)
“Los
fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a
su alrededor, y le preguntó uno de ellos, doctor, tentándole: -‘Maestro,
¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?’. Él le dijo: -‘Ama al
Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu
mente. Éste es el más grande y el primer mandamiento. El segundo,
semejante a éste, es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos
mandamientos penden toda la Ley y los Profetas.”
Queridos amigos:
Agradezco al Señor por la tarde del jueves en la Iglesia de la Inmaculada Concepción de Palmer Road. Hubo una Santa Misa Pro-Vida y todos rezamos por el fin del aborto en el mundo. Después de la Misa, hubo una procesión en la Iglesia y rezamos el Rosario para que todos lleguen a comprender que el aborto es pecado y para que todos respeten a los niños pequeños. Después del Rosario nos reunimos y tomamos una taza de café con masas. Había una maravillosa estatua de Nuestra Madre Santísima que tenía escrito a Sus pies: ‘Madre de la Vida’. Es el nombre que me dio Nuestra Madre Santísima. Me sentí muy contento de ver esta advocación.
Agradezco al Señor por la tarde del jueves en la Iglesia de la Inmaculada Concepción de Palmer Road. Hubo una Santa Misa Pro-Vida y todos rezamos por el fin del aborto en el mundo. Después de la Misa, hubo una procesión en la Iglesia y rezamos el Rosario para que todos lleguen a comprender que el aborto es pecado y para que todos respeten a los niños pequeños. Después del Rosario nos reunimos y tomamos una taza de café con masas. Había una maravillosa estatua de Nuestra Madre Santísima que tenía escrito a Sus pies: ‘Madre de la Vida’. Es el nombre que me dio Nuestra Madre Santísima. Me sentí muy contento de ver esta advocación.
(A continuación encontraréis el Mensaje de Nuestra Madre Santísima entregado al Padre Melvin. Ella le habló con estas palabras:)
“Os
bendigo, Mi hijo Melvin y todos Mis hijos que cumplís los Mandamientos
de Dios. Realmente, tal como Mi Hijo Jesús les dijo a los fariseos,
todos los seres humanos están llamados a amar a Dios con todo vuestro
corazón, con toda vuestra alma y con toda vuestra mente. El segundo mandamiento es: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. Si todos los seres humanos cumplen estas palabras, agradarán a Dios Padre y serán bendecidos por Él.
¿Cómo podéis amaros los unos a los otros si abortáis o hacéis eutanasia? Esos actos son la matanza de seres humanos, ya sean niños o mayores. Nadie tiene permitido matar a su prójimo. Son pecados graves, y los que los cometen deben arrepentirse de todo corazón y nunca más volver a hacer algo tan horrible. La matanza de seres humanos, especialmente de los bebés en el seno de su madre, Me produce mucho dolor. Soy la Madre de todos, incluyendo de los niños no nacidos y deseo que todos los niños concebidos nazcan: eso es también lo que quiere el Padre. Todos los niños no nacidos tienen derecho a la vida: cuidaos de destruir la vida de estos pequeños o de los mayores que están disminuidos o enfermos. Os exhorto a todos a cesar todas estas matanzas y a respetar la vida desde la concepción hasta la muerte natural. De esta manera estaréis caminando con vuestro Padre Celestial, con Mi Hijo Jesús y Conmigo. Soy vuestra Madre y os amo a todos.”
¿Cómo podéis amaros los unos a los otros si abortáis o hacéis eutanasia? Esos actos son la matanza de seres humanos, ya sean niños o mayores. Nadie tiene permitido matar a su prójimo. Son pecados graves, y los que los cometen deben arrepentirse de todo corazón y nunca más volver a hacer algo tan horrible. La matanza de seres humanos, especialmente de los bebés en el seno de su madre, Me produce mucho dolor. Soy la Madre de todos, incluyendo de los niños no nacidos y deseo que todos los niños concebidos nazcan: eso es también lo que quiere el Padre. Todos los niños no nacidos tienen derecho a la vida: cuidaos de destruir la vida de estos pequeños o de los mayores que están disminuidos o enfermos. Os exhorto a todos a cesar todas estas matanzas y a respetar la vida desde la concepción hasta la muerte natural. De esta manera estaréis caminando con vuestro Padre Celestial, con Mi Hijo Jesús y Conmigo. Soy vuestra Madre y os amo a todos.”
Padre Melvin
Nota: En la pestaña superior 'Mensajes actuales' puede descargar los Mensajes en PDF.
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