Habla Nuestro Señor Jesucristo,
(Lenguas…) Hijitos Míos, habrá una gran desolación mundial, calles vacías, desoladas, desolación también en los corazones, gran dolor por todos lados, no sabiendo a dónde ir ni qué hacer. Lo que antes conocíais, será después difícil de reconocer, maldad por todos lados, los buenos escondidos, mucho dolor, mucho dolor.
Que ésta sea vuestra penitencia, Mis pequeños, para vuestra propia purificación. En la desolación, os recordaréis de Mí, en la Cruz, cómo fui abandonado, aún por los Míos y aún aquellos que Me mandaron crucificar, se sentían dueños de la situación, pero pronto se dieron cuenta que no era así, cuando el temblor llegó a ellos, cuando llegó a todos.
El mal andará por todos lados, pero los Míos serán protegidos. Claramente sentiréis los dos poderes con los cuales el hombre tiene que luchar continuamente. Tendréis Mi Gracia sobre vosotros, pero la maldad os estará acechando, como también acecharon a Mis discípulos mientras Yo pendía en la Cruz. Con vuestros padecimientos, iréis recordando Mis Padecimientos, que acepté por la salvación de todos vosotros. Los que os arrepintáis, tendréis Gracias especiales, será momento en que la Luz de Mi Santo Espíritu os dará fortaleza para soportar esta prueba y aceptar vuestra purificación.
Yo nunca permito un mal sobre el hombre, del cual no se pueda sacar un bien para su crecimiento espiritual.
Me acompañaréis con vuestra purificación en los Dolores de Mi Pasión por todos vosotros, por todos los hombres y de todos los tiempos. No desperdiciéis estos momentos difíciles en vuestra vida y en la de vuestros hermanos y menos claudiquéis dejándoos poseer por el mal.
Recibid Mis Bendiciones, porque las necesitaréis, Mis pequeños, abrid vuestro corazón, abrid vuestros brazos, como los tenía Yo en la Cruz, para que Mi Corazón se muestre hacia los hombres y ahora, vuestro corazón se muestre hacia vuestros hermanos.
Grandes cosas bellas viviréis aún dentro de esta purificación que padeceréis. Dentro de lo malo que viviréis, muchos bienes espirituales gozaréis, porque estaréis unidos a Mí, porque os compenetraréis con el Misterio de Mi Cruz y, ahora, ésta vuestra cruz.
Mi Amor por vosotros y por vuestra salvación, os estará acompañando y ya orad, desde ahora por vuestra purificación, para que os podáis presentar ante Mí, vuestro Dios. Estando Conmigo, aún cuando todo alrededor sea obscuro, sea malo, sea doloroso, todo se vuelva alegría. Cuando vosotros padecéis alguna penalidad, algún dolor y lo ofrecéis a Mi Corazón, a Mi Vida, a Mis Padecimientos, recibís una alegría muy especial, porque os habéis unido a Mí, vuestro Dios Salvador y, vuestros méritos humanos se vuelven Divinos, porque os habéis unidos a Mí, vuestro Dios. Por eso, así unidos en estos tiempos, en una unión perfecta, gozaréis infinitamente, porque vuestros méritos, vuestros dolores, vuestra donación, se van a unir a Mi Vida, a Mi Presencia, que fue Salvadora para todo el género humano y eso Me causó gran alegría y también una gran alegría a Mi Padre, vuestro Dios y Creador. Por eso, aquellos que están Conmigo, aún en los momentos difíciles, saben sonreír, porque saben que vuestro dolor, vuestros méritos, Me están dando descanso y estáis salvando almas de vuestros hermanos.
Os Bendigo, Mis pequeños y os uno a Mi Corazón. No os separéis de Mí, vuestro Hermano, Jesús, para que seáis también, junto Conmigo, salvadores de almas en estos tiempos.
Gracias, Mis pequeños.
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