17, sep,2012 23:25 hrs
Mensaje de la Siempre virgen de Guadalupe para el Mundo a través de la Vidente y Profeta de los Últimos Tiempos Divina de Dios en el Cenáculo de Oración por la Salvación de las Almas “La Divina Misericordia”
Dice Santa María Virgen:
Hijito Mío, decidle al mundo que no es una amenaza, lo que se os advierte, es solo informarles con todo el amor que os tengo para que estén preparados, los tiempos se acortan y Mis hijos del Mundo no miran, no escuchan, y no se preparan, la guerra está en puerta pronto habrá llanto y desesperación, Yo estoy siempre con ustedes. Satanás está actuando y cree que va ganando terreno; pero no, porque ustedes son más fuertes de lo que él piensa.
Espero pues hijos Míos todo de ustedes, todo su amor, toda su entrega y todo su ser, no olviden consagrar sus hogares, patrimonio, trabajo al Inmaculado corazón de Jesús y María, pronto no habrá nada más que sus reservas; pero no deben temer pues yo les aseguro que nada os ha de faltar.
Los bendigo en el Nombre de Mi Padre Yavé, en el Nombre de Mi Hijo Jesucristo y en el Nombre de el Espíritu Santo Paráclito, y en el Mío, Santa María de Guadalupe,
Amén, Amén, Amén.
Mensaje de la Siempre virgen de Guadalupe para el Mundo a través de la Vidente y Profeta de los Últimos Tiempos Divina de Dios en el Cenáculo de Oración por la Salvación de las Almas “La Divina Misericordia”
Dice Santa María Virgen:
Hijito Mío, decidle al mundo que no es una amenaza, lo que se os advierte, es solo informarles con todo el amor que os tengo para que estén preparados, los tiempos se acortan y Mis hijos del Mundo no miran, no escuchan, y no se preparan, la guerra está en puerta pronto habrá llanto y desesperación, Yo estoy siempre con ustedes. Satanás está actuando y cree que va ganando terreno; pero no, porque ustedes son más fuertes de lo que él piensa.
Espero pues hijos Míos todo de ustedes, todo su amor, toda su entrega y todo su ser, no olviden consagrar sus hogares, patrimonio, trabajo al Inmaculado corazón de Jesús y María, pronto no habrá nada más que sus reservas; pero no deben temer pues yo les aseguro que nada os ha de faltar.
Los bendigo en el Nombre de Mi Padre Yavé, en el Nombre de Mi Hijo Jesucristo y en el Nombre de el Espíritu Santo Paráclito, y en el Mío, Santa María de Guadalupe,
Amén, Amén, Amén.
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